Nos encanta manteneros informados sobre todo lo relativo al transporte y algo que suscita mucha curiosidad en relación al sector es sobre cómo es el transporte de la vacuna que hoy en día, supone la salvación a esta pandemia que vivimos.
Se denomina cadena de frío a un proceso organizado de distribución, transporte, manipulación, conservación y almacenamiento en condiciones óptimas de luz y temperatura.
Garantizando en todo momento la inmunogenicidad y la eficacia protectora de las vacunas, desde que se produce la salida del laboratorio fabricante hasta el momento de la administración de la vacuna a los pacientes.
Aunque existen diferentes tipos de vacunas, como se explica en el siguiente punto, comparten tres claves fundamentales:
En un post anterior escribimos sobre los sensores de temperatura, se explica en profundidad cómo es el proceso de esta cadena de frío. En líneas generales, este tipo de transporte tan específico debe:
Cada tipo de vacuna Covid-19 ha sido diseñada de forma diferente y, por ello, sus características y mantenimiento también lo son.
Vacunas como la de AstraZeneca requieren temperaturas relativamente normales, mientras que la de Moderna necesita estar en torno a los -20 °C.
La vacuna contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech sube un poco más la apuesta, con una conservación que se sitúa entre 70 °C y 80 °C bajo cero, aunque nuevos datos dan esperanzas para que se puedan almacenar a temperaturas menos extremas.